Agosto 2015
Hace unos días (el 5 de agosto) escribí la siguiente valoración, que aunque pueda parecer positiva, es claramente injusta :
“He asistido al curso de iniciación a GTD, y al ser agosto he contado con el privilegio de ser el único alumno por lo que más que ser un curso ha sido una clase particular. El contenido del curso es apto tanto para aquellos que nunca han ido hablar de GTD como para aquellos que lo hemos intentado aplicar sin contar con unos conocimientos asentados. El profesor es lo mejor del curso, con un material bien preparado y cuyo contenido ha ido adaptado en función de mis necesidades. Pero sobre todo destacaría de su cercanía y su buena disposición a ampliar cualquier tema o a debatir distintas soluciones no sólo las que el aplica. En resumen, un curso altamente recomendable que vale mucho más de lo que cuesta. Josep, muchas gracias por tu tiempo”.
Tras el curso, Josep ha puesto a mi disposición un canal de comunicación en tiempo real a través de Slack, a través del cual ha resuelto todas mis dudas y me ha ayudado a implementar GTD en mi día a día, y eso a pesar de no utilizar las mismas herramientas que el ha elegido, o que creo que le da un mayo valor. Es por ello que tengo que calificar sus pildora como un curso, si no como una consultoría de productividad que me han permitido implementar una nueva manera de realizar mis tareas.
Darte las gracias es poco, porque conmigo has perdido dinero, ya que te he dado mucho más trabajo de lo que te he pagado.
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